Entre leones dormidos


Ya estoy de vuelta.
Estos últimos días, tras los encuentros por institutos del Noroeste de Murcia, viajé a Logroño y Zaragoza para conocer a jóvenes lectores con unos acentos muy pero que muy diferentes al mío. Mucha curiosidad y una cariñosa acogida me hicieron olvidar el cansancio de las largas horas de tren. Tuve la suerte de contar con Javier, un guía estupendo, con el que perseguí cigüeñas, leones dormidos y senderuelas. En Aragón combatí el cierzo con Mariano, que me acercó a la comarca de las Cinco Villas bajo el vuelo de los buitres. Gracias a todos por la experiencia.



Yo Yo Ma & Emanuel Ax: Sonata para cello, op. 40, II. Shostakovich

8 comentarios:

Anónimo dijo...

El peñasco le rasca la panza al cielo.

Impresionante panorámica.

Anónimo dijo...

See Here or Here

rubencastillogallego dijo...

¿Leones dormidos? Me huelo una novela infantil con ese argumento. Acláranos algo, Marta. Seguro que algo te ronda por esa cabecica.

Ladynere dijo...

El cierzo al principio de combate, pero luego lo acabas queriendo...
;)

Fernando dijo...

Bueno y cuando por Madrid y sus alrededores.....

Isabel Barceló Chico dijo...

Me llaman mucho la atención tus éxitos y, sobre todo, tu juventud. Seguro que los jóvenes lectores lo pasan en grande contigo. Felicidades y saludos.

Orlando Romano dijo...

Estupendo blog. Te estaré visitando. Felicitaciones.

Jose Luis Galovart. dijo...

los leones dormidos creo que los veo; veo la cara de un león en la parte izquierda de la montaña...después quizás el cuerpo muy alargado.
no se donde es el lugar, si el parecido es conocido por la gente, si les interesa a los arqueólogos.