Recuerdos felinos acechan desde el arañazo de la memoria. Quizá hayan transcurrido los relojes necesarios para curar la piel, pero aún no ha cicatrizado el recuerdo. Cada amanecer un tigre me espera insobornable.
2 comentarios:
Anónimo
dijo...
Hola, buenos días. Estoy buscando el enlace para contactar contigo pero no lo encuentro. Me llamo Gustavo, vivo en Cartagena y he empezado a escribir una novela ambientada aquí cuyo contenido he puesto en un blog: http://noveladecartagena.blogspot.com/
Sólo me gustaría que lo leyeras y, si es posible, me dieras una opinión.
"Conmigo no tienes que fingir. No tienes que decir nada. Si me necesitas, silba. Sabes silbar, ¿no? Sólo tienes que juntar los labios y soplar. Y yo acudiré a tu llamada".
"Y si no pudieras dominar la situación: ¡Dame un silbidito!"
2 comentarios:
Hola, buenos días.
Estoy buscando el enlace para contactar contigo pero no lo encuentro. Me llamo Gustavo, vivo en Cartagena y he empezado a escribir una novela ambientada aquí cuyo contenido he puesto en un blog: http://noveladecartagena.blogspot.com/
Sólo me gustaría que lo leyeras y, si es posible, me dieras una opinión.
Muchas gracias.
Un saludo,
Gustavo
Gaticos y monetes. ¡Ay, los gaticos!
Me mudo y en septiembre habra fiestaca de inauguracion, espero. Ruben y tu podreis conocer a nuestras gaticas, jeje.
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