La red

—Te quiero mucho —susurró ella.
—Como la trucha al trucho —bromeó él. Y con tono más serio añadió— De verdad te quiero. Te quiero a rabiar. Te quiero con un amor profundo, azul y marino. Te quiero con la profundidad del océano, la fuerza del oleaje y la transparencia del agua. Te quiero hasta el punto que si tú lo desearas dejaría de respirar.
—¿De verdad lo harías? —preguntó ella mientras una red irrevocable los arrastraba hacia la superficie.










B.S.: To leave it behind, The great lake swimmers y Crawled Out Of The Sea de Laura Marling

3 comentarios:

Miguel Ángel Maya dijo...

...Tiempo atrás, en el Mondoggy Pizza de Saint Simons, conocí a una señora que me contó una historia muy parecida a la que acabas de contar tú: ella, en concreto había jugado a los dados con Billie Holiday a principio de los años 50, y, tiempo después, cuando su amistad se había enfriado tanto como se había ido volviendo caliente y extraordinaria la de Holiday, invitó a su vieja amiga a Saint Simons, en Georgia, casi en la frontera con Florida... Holiday nunca fue a verla, y a esta señora le dio tiempo, incluso, a naufragar en un barco pesquero que iba en dirección a la isla de Aruba (pero esta es ya otra historia, la que ella me contó, que tanto tiene que ver con la tuya)... Un saludo!

Fernando Alcalá dijo...

Genial, Marta, me ha encantado!! Es... AZUL.

Marta Zafrilla dijo...

Vaya, Miguel Ángel. Menuda historia la de Billie.