Alondra Bentley



Ya desde su nombre resuenan atmósferas mágicas, pájaros de cielos infinitos, dulces melodías y ojos de muñeca. Pero he de decir que Alondra Bentley no es sólo un nombre; puedo afirmar desde aquí que es una de las voces más cautivadoras que haya escuchado en los últimos años.

Creo que la primera persona en hablarme de Alondra fue Inma Alcázar (fotógrafa oficial de los Marañones) pero debo a Marina Mandarina el haberla conocido personalmente. Fue una noche de viernes en un bar de Murcia y ambas reinaban detrás de la barra fingiendo no ser lo que eran; maravillosas cantantes que cambiaban el micrófono por un abridor de botellas. Aunque su humildad y dulzura imponían un agradable trato en aquellos momentos me dominó la vergüenza y apenas supe dispararle un par de palabras sobre su música y una vulgar y nocturna frase,"un tercio bien frío, por favor".

Para entender el verdadero carisma de esta singular voz recomiendo escuchar algunas canciones en su myspace contemplando las bellas fotografías que pueden encontrarse de Alondra en la red. Ignoro quién ha acertado a retratar su sonoridad dulcísima de manera tan gráfica pero sin duda sirven como tarjeta de presentación ideal de esta artista.


ALONDRA BENTLEY from La film Video Magazine on Vimeo.

Mengele y el amor



Esta mañana camino al instituto me ha poseído una melodía pegadiza y sugerente. He tardado algún que otro minuto en descubrir mediante tarareos desafinados que la canción que me invadía era "Mengele y el amor", una divertida cancioncita de los grandes Klaus&Kinski. Y es que esta pieza es una de mis favoritas del grupo murciano. Peculiares, sorprendentes, irónicas, originales y bien construidas, las canciones de K&K siempre dejan huella.

Si alguien no me termina de creer dejo aquí un enlace. Aceptamos críticas.

Marina, preciosa, tu voz ha salido inconscientemente en mi cabeza para recordarme que hace tiempo que nos debemos unas endibias. ¡Qué razón tan vegetal y romántica para volver a vernos!



De vuelta al cole


Después de tanto tiempo sin publicar ninguna entrada y ahora que por fin no encuentro excusas en las oposiciones, me planteo qué escribir tras tantos meses. Le echaré el mérito de esta entrada a Aurora Gil Bohórquez por darme un idea paara trabajar con mis alumnos del instituto. Copiando la estructura del poema "El desayuno", de Luis Alberto de Cuenca, el viernes logré escribir con cada grupo unos versos dignos de ser expuestos. Y es que me he negado a admitir que la educación sea una cuestión imposible y que la magia de las letras no pueda atrapar a los jóvenes de hoy. Copio aquí el poema que escribieron en 1ºFF y a continuación el texto original. ¿Tiene tanto que envidiar el final de mis chicos al del original?


Me gustas cuando comes sandía,
cuando te haces la tonta,
cuando pasas de mí
y me siento apenado.
Me gustas cuando ríes
y llenas de amor mi corazón,
o cuando vas al retrete
o cuando estudias en voz alta
y aprendo lo que es amar
(que es lo que llevo dentro)
o cuando juegas a besarme.
Pero aún me gustas más cuando estás en la cama
diciendo tonterías como que me amas,
como que te he hecho sufrir
y me perdonas.

(Autores: Cristian Herrera, Antonio Gómez, Victoria María, María Piedad Cano, Alba Salmerón, Daniel Vázquez)

EL DESAYUNO (Luis Alberto de Cuenca)
Me gustas cuando dices tonterías,
cuando metes la pata, cuando mientes,
cuando te vas de compras con tu madre
y llego tarde al cine por tu culpa.
Me gustas más cuando es mi cumpleaños
y me cubres de besos y de tartas,
o cuando eres feliz y se te nota,
o cuando eres genial con una frase
que lo resume todo, o cuando ríes
(tu risa es una ducha en el infierno),
o cuando me perdonas un olvido.
Pero aún me gustas más, tanto que casi
no puedo resistir lo que me gustas,
cuando, llena de vida, te despiertas
y lo primero que haces es decirme:
«Tengo un hambre feroz esta mañana.
Voy a empezar contigo el desayuno».