Letra a letra


Leyeron mis ojos no hace demasiado tiempo un relato revelador, y quizá hasta profético, que me impactó como sólo lo pueden hacer las buenas historias. Narraba en "La gangrena del habla" Miguel Sánchez Robles cómo la humanidad iba olvidando una a una las palabras con las que nombramos el mundo. Mi escasa y selectiva memoria variará el orden, pero creo recordar que el primero en cerciorarse del extraño suceso era un atento y curioso poeta, después los noticiarios y por último, cómo no, los estudiosos y políticos. Olvidar palabras se considera algo poco transcendente en el discurrir cotidiano, pero eso que al principio parece una mera curiosidad para añadir al final del telediario (junto al robot que interpreta canciones de Peret y los bostezos de una foca albina) se acaba convirtiendo en una cuestión de estado. He de suponer que al final de la narración las palabras regresan a nuestras mentes y bocas, vigorizando así el valor que depositamos en ellas.


Tras la lectura de este relato me pregunté cuáles serían aquellas palabras que no querría olvidar nunca. Encontré que sin ciertos vocablos, instalados ya en mi rutina verbal, quedarían cojas muchas de mis frases. Con otras, olvidaría ciertas realidades que hubiera preferido no conocer nunca. Por fin, podría darse el caso de perder palabras que admiro por su mismo sonido o por su esbelta grafía. Hay palabras tan bellas que sin duda las enmarcaría a cuerpo 72 en una susurrante helvética. Recuerdo ahora que de niña jugaba a buscar palabras que llamaran mi atención para escribirlas una y otra vez hasta difuminar su sentido. Más de una vez atravesé con ellas mi entonces ingenua visión del infinito. Disculpad, por tanto, si alguna vez la imprecisión se apodera de alguna de esas palabras tan embaucadoras. Reconoced también que ellas mismas se lo fueron buscando. Faltaba más, las muy bellacas siempre se salen con la suya.





Imagen: Germinal de Julio Reija
Música: Artie interpretando a Cole

Antología del beso



Julio César Jiménez Moreno ha conseguido reunir a 83 personajes para que incluyan sus poemas en una antología sobre el beso. Edita Mitad Doble y este mes hay previstas varias presentaciones del libro en diversas ciudades de la península. Copio todos los nombres de los antologados a continuación, ¡espero no dejarme a ninguno! Son bastantes los amigos y aún más numeroso resulta el número de poetas admirados. En cuanto llegue a mis manos un ejemplar de la antología colaré algún verso y contaré más detalles.


Agustín Sierra, Agustín Calvo Galán, Alejandro Pedregosa, Ana Tapia, Ana Vidal Egea,Andrés Neuman, Ángel Manuel Gómez Espada, Ángela Jiménez Pérez, Ángela Torrijo, Antonia Ortega Urbano, Antonio Aguilar, Antonio Blanco, Antonio Méndez Rubio, Antonio Mialdea, Antonio Orihuela, Antonio Praena, Antonio Quesada, Athina-Styliani, Michou Rorris, Augusto López, Begoña Callejón Aliaga, Ben Clark, Carmen López, Caterina Valdés, Cristina Consuegra Abal, Daniel Lázaro Abolafio, David Delfín, David Leo García, Eduardo Chivite, Elena Medel, Enrique Falcón, Estefanía Rodero Sanz, Diego Vaya, Estíbaliz Espinosa, Fátima Nunhez Delgado, Ernesto García López, Fernando Valverde, Francisco Cenamor, Francisco León, Francisco Onieva, Ignacio García Cabrera, Iker Biguri, Inés Toledo, Inma Luna, Isabel Bono, Isabel Perez Montalban, Izaskun Gracia, Javier Almuzara, José Blanco, José Daniel García, José Enrique Salcedo, Jose Luis Abraham, José Luis Pérez Pastor, José Luis Piquero, Josefa Parra, Juan Andres Garcia Román, Juan Carlos Abril, Juan Carlos Martínez Manzano, Luis Bagué, Luis Luna, Mª Lourdes De Abajo Fernández, Marga Blanco Samos, María Inmaculada Fernández Barjola, María Salvador, Mario Cuenca Sandoval, Marta Zafrilla, Mertxe Manso, Miguel Ángel Contreras, Miguel Mejía Pérez, Nacho Abad, Nacho Montoto, Pablo Fidalgo Lareo, Rafael Calero, Rafael Espejo, Rafael Saravia, Raquel Lanseros, Raúl Díaz Rosales, Rubén Romero Sánchez, Sergi Puertas, Sofía Rhei, Sonia Betancort, Vicente Luis Mora, Vicente Muñoz Álvarez, Yolanda Castaño.



B.S.: Strange form of life, Will Oldham

Provisto de esencias



Siguiendo con los homenajes literarios dedico la entrada de hoy a Rafael Saravia; poeta, editor y fotógrafo malagueño-leonés que conoce como pocos los recovecos del barrio Húmedo, sus tapas y sus vinos.



CARTA DE ASTOR PIAZZOLLA A ALEJANDRA PIZARNIK


Este día marchitará un nuevo tango

al no tenernos de su lado,

al no haberse manchado de café para dos,

butaca compartida en primera sesión,

en nuestras manos la mirada tendida,

calor macerado en un noviembre sin foto en el rellano…

Este día marchitará un nuevo escalofrío,

nos hará contrarios de un mismo sueño aletargado,

cien pasos para este brindis,

al primer grito romperé en llanto,

sal y azúcar para no caer en este cotidiano espanto.



(De Desprovisto de esencias. Renacimiento, 2008)




B.S.: Milonga del ángel, Astor Piazzolla

Vía cansada


He compartido estos días risas y calles con dos excelentes nombres de la poesía actual. Como agradecimiento a su generosa hospitalidad y reflejo de lo agotador que pueden llegar a ser los vagones de la melancolía dejo aquí una muestra en verso:


VÍA CANSADA

Entre un pecho y la bala que lo busca
hay la misma distancia
que existe entre los dedos y el gatillo.
La muerte no se mide por pulgadas.
En la tarde, la niebla
tiene forma de adiós.
Ella está sola al lado de la vía.
Mira el tren que se aleja
cada vez más pequeño, cada vez más lejano
igual que una canción envejecida.
Puede extender la mano contra el sol del oeste.
En ese instante, el tren
le cabe entre dos dedos.
Entonces piensa: Este es el tamaño
exacto de mi vida.
Sin embargo, ya sabe
que las cosas que el tren arrastra lejos
no cabrán nunca más
entre su pecho y el último segundo
en que su corazón siga latiendo.
La vida es un asunto
que no puede medirse por pulgadas.
Es una tarde pálida. Ella sigue mirando,
inmóvil como el tiempo de los ejecutados.
Trata de calcular la lejanía
que existe entre ella misma
y sus mejores sueños.
La ilusión es un río
que no puede medirse con las manos.
En medio del andén, detenida en el tiempo,
una mujer aprende que marcharse
es una nueva forma de seguir estando
siempre en alguna parte.

(De La acacia roja. Colección Microfronteras. Ediciones Tres Fronteras, 2008)


B.S.: Crooked lines, M. Ward

Beso


Y él me dijo:
Si pudiera besarte, lo haría subido a un verso; con ritmo, profundidad, rodeado de metáforas y salpicado de dobles sentidos. Porque si algún día alcanzo tu imagen real, el puente que une la ilusión y el misterio caería dejando rodar los endecasílabos del aire. Dejemos las metáforas rotas para el viento, yo prefiero mirarte desde un poema.

Desde entonces, yo sigo soñando sus labios. Está claro, los poetas nunca fueron amantes realistas.




B.S.: Kristen Diable

Morphine







Si Morphine te gustó...

Minutero


Minutero

Sostengo la brevedad de tu piel
como el anillo de culpa
que aprieta el alma los domingos.

Róbame, te pido, el silencio de las manos.
Fatiguemos juntos las rutinas.

Si te regalas, amor,
ahogaré relojes en tu cuerpo.
Sólo entonces
dejará el minutero de tartamudear tus horas.
Despidamos a las azafatas del olvido.
Derrotemos a la muerte cada día.

(De El suicidio de los relojes, Creajoven, 2005)




B.S.: Aspetta mi, Pink Martitni y Timing is crucial, Russian Red

Teoría audiovisual (o yo sin ti)

Una obsesión. Un sueño recurrente. Una secuencia en re-play.



Teoría audiovisual (o yo sin ti)


Serás elemento figurativo fuera de campo
aunque intente
ocularizar la dicha con tus ojos sobre mi piel
quedará la escena vacía de ti
repitiéndose l e n t o el r i t m o
sin tu primer plano en mi retina
y yo imaginando flash forward de tu mano
converjo un montaje de miradas
que iluminen esta fotografía de ti
discurriendo en picado hacia un fundido en negro

(De Toma sostenida, Editora Regional, 2005)



B.S.O.: Negativo de Nudo zurdo
Imagen: ohmagpie