Balada para un loco

El cruce de caminos de la vida nos acerca y nos aleja, nos reencuentra y nos distancia de aquellas personas que han marcado nuestros pasos. Corren ya más días entre cada encuentro con una de esas amigas para toda la vida. Algo habrán tenido que ver sus viajes y trabajos, que le han llevado por varios continentes, pero cierto es que no pasa el tiempo y que un abrazo o la primera risa bastan para abrir la naturalidad de quien conoce cada gesto y cada silencio del otro. No era lugar para el reencuentro tras largos meses, todo hay que decirlo, un pasillo de urgencias, pero allí nos encontramos y bastaron unos minutos de charla de hospital y una casualidad radiofónica para que haya decidido dedicarle a mi Sardineta (apodo cariñoso) esta entrada musical. Aunque he encontrado un vídeo mejor (con Amelita interpretando en directo la canción de Piazzolla y Ferrer) cuelgo un vídeo donde aparece la música exacta de la primera versión que escuché de la "Balada para un loco". La que memorizamos juntas, la que desentonamos juntas.

Adjunto también la letra para que la puedan descifrar mejor:




BALADA PARA UN LOCO
1969


Letra: Horacio Ferrer.
Música: Astor Piazzolla.


Para recitar

Las tardecitas de Buenos Aires tiene ese qué sé yo, ¿viste?
Salgo de casa por Arenales, lo de siempre en la calle y en mí,
cuando de repente, detrás de ese árbol, se aparece él,
mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte
en el viaje a Venus. Medio melón en la cabeza,
las rayas de la camisa pintadas en la piel,
dos medias suelas clavadas en los pies,
y una banderita de taxi libre en cada mano... Ja...ja...ja...ja...
Parece que sólo yo lo veo, porque él pasa entre la gente
y los maniquíes me guiñan, los semáforos me dan tres luces celestes
y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares,
y así, medio bailando, medio volando,
se saca el melón, me saluda, me regala una banderita
y me dice adiós.

Para cantar:

Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao,
no ves que va la luna rodando por Callao
y un coro de astronautas y niños con un vals
me baila alrededor...
Ya sé que estoy piantao, piantao, piantao,
yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste; vení, volá, sentí,
el loco berretín que tengo para vos.
Loco, loco, loco, cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré, con un poema
y un trombón, a desvelar tu corazón.
Loco, loco, loco, como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad, ya vas a ver.

Para recitar:

Y así el loco me convida a andar
en su ilusión súper-sport,
y vamos a correr por las cornisas
con una golondrina por motor.
De Vieytes nos aplauden: Viva, viva...
los locos que inventaron el amor;
y un ángel y un soldado y una niña
nos dan un valsecito bailador.
Nos sale a saludar la gente linda
y el loco, pero tuyo, qué sé yo, loco mío,
provoca campanarios con su risa
y al fin, me mira y canta a media voz:

Para cantar:

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
trepate a esta ternura de loco que hay en mí,
ponete esta peluca de alondra y volá, volá conmigo ya:
vení, quereme así piantao, piantao, piantao,
abrite los amores que vamos a intentar
la trágica locura total de revivir,
vení, volá, vení, tra...lala...lara...


3 comentarios:

Marien dijo...

Y aunque no he podido re-escuchar la canción, porque me decía que doesn't available...la sardineta no está de acuerdo en lo de desentonar, pero sí en que basta una mirada y una sonrisa, para que no importe el continente ni los mares que nos distancia, porque los viajes y el trabajo me han hecho guardar solo lo importante, para no morir de un exceso de memoria. Y entre lo importante, por supuesto, está la balada para un loco, y los saltamontes, y las sardinas asadas en verano...y el no haber aprendido nunca a silbar.

Marta Zafrilla dijo...

Ay, preciosa.
El pequeño saltamontes que bailaba a Leonard Cohen, los coches sin gasolina, el invierno marino, el jersey coloreado de "Odio", el trivial a las dos de la mañana, las legañas incobustibles, los gallos cantando unicornios, las risas con la muda, los concursos de cuento, los conciertos, las multas del videoclub, las ensaladillas, los poemas en autobús, las cervezas y las palabras, todas las palabras que dijimos y las que no dijimos; todo, todo sigue latiendo para no morir desmemoriado.

Anónimo dijo...

El video es feo pero la cancion es muy divertida!!